top of page

El Retrato

Mi trabajo se manifiesta en la necesidad de captar la imagen real de mis modelos, y no en su figura, en quienes son, en su yo interior, en eso que los distingue y los hace ser únicos, adentrándome de esta forma, en su mundo más íntimo, centrándome en la búsqueda de los sentimientos que los embarga.

​

Esta situación es un hipervínculo que conduce a muchas rutas de sentido, por un lado mis personajes pregonan su no arrebatable identidad, como una forma de lograr cierta permanencia ante lo cambiante del mundo contemporáneo, en el cual parece que las cosas surgen y luego desaparecen rápidamente. Y por otro lado, se amalgama ese deseo del individuo de ser el mismo, con su anhelo de pertenecer a una identidad colectiva que lo contenga.

​

Esta suma de estatus, de comportamientos y de ideas, hace a la persona única.

​

Mis retratos se pueden interpretar como el equivalente de una mirada permanente, que los mantiene más allá del tiempo.

​

Le doy mucha importancia a la fuerza del color como forma de brindar al retrato de un aura simbólica, manejando así, a la pintura, como si fuera la misma piel para que mis retratos sean realmente de una determinada persona y no semejantes a ella.

​

Nos enfrentamos solos ante los grandes acontecimientos de nuestras vidas: nacimiento, vida, y muerte. Estamos absolutamente solos.

​

Y es así como mis personajes se presentan solos frente al espectador, pregonando la emancipación de su espíritu, ajeno a toda forma exterior.

​

bottom of page